Flujo vaginal: cosas que debes saber
Los especialistas en salud reproductiva y salud de la mujer señalan que es muy importante que ellas conozcan su cuerpo sin dejar de lado su zona íntima. Saber detalles de nuestro aparato genital, como por ejemplo el flujo vaginal, puede ahorrarnos bastantes preocupaciones y ser una ayuda para prevenir enfermedades y brindarle los cuidados necesarios.
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Lo cierto es que el flujo vaginal aumenta naturalmente durante el período fértil de la mujer. En los cuatro días previos a la ovulación, el cuello uterino produce moco cervical, que es elástico, claro y transparente, para permitir el paso de los espermios hacia la cavidad del útero. Una vez ocurrida la ovulación el moco se hace espeso, no deja pasar más espermios y ya no se aprecia fuera de la vagina. «La mayoría de los anticonceptivos hormonales contienen progestágenos que, al igual que La progesterona natural, mantienen el moco en estado espeso, por lo que no se manifiesta un aumento del fluido vaginal», señala. Otro aumento natural del flujo vaginal se produce durante la excitación, ya que el tercio superior de la vagina aumenta su irrigación produciendo un líquido lubricante que facilita las relaciones sexuales. El ginecólogo explica que el uso prolongado de anticonceptivos orales, transdérmicos o intravaginales pueden producir un cambio en la mucosa que recubre el cuello (ectropión), lo que facilita la inflamación de este produciendo un aumento del flujo vaginal que es anormal, persistente durante el ciclo y que puede infectarse con facilidad. EL ectropión puede producirse espontáneamente sin tener relación con los anticonceptivos. Ciertos estados crónicos pueden llevar a un aumento del tamaño del cuello, lo que debe ser tratado. Las infecciones por hongos o bacterias también producen aumento del flujo vaginal, pudiendo volverse grumoso blanquecino, amarillento, café o rosado. Al mismo tiempo se producen molestias en los labios, como picazón o ardor. Y también se reconocen por el olor molesto. «El origen de estas infecciones puede ser ambiental o por transmisión sexual. Pero lo importante es tratarlas, ya que algunas se pueden complicar con una infección interna que podría ser grave o dejar secuelas», puntualiza. El Dr. Carlos Gómez Lira detalla que la vagina se defiende manteniendo un pH ácido (defensa natural contra gérmenes oportunistas), producto del metabolismo de una bacteria que vive naturalmente en esa zona. EL lactobacilo se alimenta del almidón de las células descamativas de la vagina y produce ácido láctico. El problema es que algunos antibióticos matan parte de este bacilo beneficioso, el pH sube y los gérmenes oportunistas producen una infección. Como los jabones comunes tienen un pH alcalino, también disminuyen las defensas de la vagina. Por ende, lo correcto es usar jabones ácidos o simplemente agua para limpiar la zona genital. La mucosa de la vagina está renovando permanentemente sus capas celulares, lo que produce células descamativas que alimentan al lactobacilo. La calidad del epitelio vaginal depende de los niveles hormonales que produce el ovario, por lo que después de la menopausia, en algunas mujeres, los niveles de estrógeno bajan significativamente. Esto conlleva a un adelgazamiento de la mucosa vaginal, menos células descamativas y menos lactobacilo. ¿Resultado? Bajan las defensas favoreciendo las infecciones por gérmenes oportunistas. Otro cambio de la menopausia es que ya no se producen aumentos periódicos de flujo provenientes del cuello uterino. Por el adelgazamiento de la mucosa también puede disminuir la producción de líquido lubricante durante las relaciones sexuales ocasionando molestias o dolor (dispareunia). Dependiendo de la edad, esto se puede mejorar con tratamientos de reemplazo hormonal por vía general o local. [irp posts=»13926″ name=»¡Cuidado con las Enfermedades de Transmisión Sexual!»]
EL flujo vaginal es un elemento propio de esta zona que puede sufrir cambios. De acuerdo con el Dr. Carlos Gómez Lira, ginecólogo del centro Ensalud, corresponde a cualquier líquido no menstrual, acuoso o espeso que sale por la vagina. Puede ser un flujo normal o anormal. Los flujos vaginales normales corresponden a secreciones habitualmente transparentes o lechosas que no producen ardor ni picazón.
Aumento natural del flujo
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El avance de la edad