La mayor parte de los problemas de
infertilidad masculina están relacionados con los espermatozoides, el líquido seminal o el aparato reproductor.
“Se puede deber a dificultades en la producción u obstrucción para la salida de los espermatozoides hacia el eyaculado. O bien por diversas patologías o enfermedades crónicas, como diabetes mellitus e hipertensión arterial, entre otras, que pueden afectar la cantidad o calidad del semen. Las causas pueden ser también afectaciones anatómicas como el varicocele y problemas infecciosos”, explica el ginecólogo Andrés Carvajal, experto en reproducción humana de IVI Santiago.
A estos factores se suman, además, temas ambientales o del entorno que pueden alterar la fertilidad masculina. “En los últimos años se ha visto que el tabaco, la obesidad y la contaminación con plásticos pueden alterar la calidad seminal. Esto último es preocupante dado el aumento de la contaminación de plásticos. Los plásticos en el agua producen fitoestrógenos. Estos estrógenos (hormona femenina) pueden feminizar al hombre desde el punto de vista reproductivo y con esto alterar la producción espermática”, agrega.
¿Cómo resolverlo?
La medicina reproductiva ofrece alternativas para quienes no pueden lograr la paternidad de forma natural. Incluso, durante este periodo de cuarentena debido al Covid 19 continúan realizándose todo tipo de tratamientos.
Una opción es la Inyección Intracitoplasmática (ICSI), técnica de reproducción asistida comprendida en el tratamiento de Fecundación in Vitro (FIV). Consiste en la extracción y selección de los mejores espermios, los que son inyectados directamente dentro de los óvulos también elegidos. Los embriones obtenidos de esa unión se desarrollarán durante 3 a 5 días en el laboratorio, antes de ser transferidos al útero materno.
Otra alternativa es el uso de un banco de semen. De acuerdo con el Dr. Carvajal, se recomienda mayoritariamente a pacientes que no tienen o no pueden utilizar su propio gameto. La indicación más frecuente es en pacientes con azoospermia (ausencia de espermatozoides). Pero también se utiliza, por ejemplo, en quienes tienen variaciones en la calidad del semen o alteraciones genéticas transmisibles a su descendencia.
Dudas
Sobre el uso de banco de semen, las principales aprensiones que manifiestan los pacientes son:
- Que el recién nacido no tenga un parecido físico con el padre.
- Que la calidad del semen donado no sea óptima.
El Dr. Carvajal explica que, para el primer caso, en IVI Santiago importan muestras de bancos de semen procurando realizar una compatibilidad específica entre el padre y el donante. Esto con el objetivo de que exista una similitud entre los integrantes de la nueva familia que se está formando. Para lo segundo, se aseguran de que las muestras utilizadas estén certificadas respecto de su buena calidad, garantizando así que corresponden a donantes sanos.
“Debido al éxito de esta técnica, el uso de banco de semen es cada vez más frecuente para quienes tienen problemas de infertilidad masculina. Es una herramienta muy útil y, muchas veces, la única opción para cumplir el sueño de ser padres”, finaliza.
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