Los beneficios de la leche son múltiples. Sin embargo, en los últimos años su consumo ha disminuido, según indica la última Encuesta Nacional de Consumo de Alimentos (ENCA, 2014), la cual detalló que el promedio de consumo de lácteos alcanza los 330 ml diarios, siendo lo recomendado según las Guías Alimentarias para la población chilena, 3 vasos de 200 ml diarios. Este valor es aún más bajo en la población sobre 30 años.

“Existe un escepticismo acerca de los beneficios de los productos lácteos, el que se refleja en una ingesta creciente de bebidas de origen vegetal. Por ejemplo, de soya, arroz, almendra o avena”, comenta Carolina Navarro, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello.

Valor biológico de proteínas

De acuerdo a la experta, en relación al aporte nutricional, «si comparamos estos productos con la leche de vaca veríamos que las concentraciones de macronutrientes de algunas bebidas vegetales (soya) pueden aproximarse en algunos casos a la leche de vaca, pero el valor biológico de las proteínas es distinto y la cantidad de vitaminas y minerales son menos biodisponibles, lo que disminuye su calidad nutricional.

«Si se intercambia leche de vaca por bebidas vegetales no fortificadas y no suplementadas, los consumidores pueden correr el riesgo de deficiencias de calcio, zinc, yodo, vitaminas B12, D, A y aminoácidos esenciales, especialmente en la población infantil que tradicionalmente consume porciones significativas de leche”, advierte.

La naturaleza, el aspecto, el sabor de las bebidas vegetales, pueden ser atractivos para los consumidores adultos, quienes las eligen por diversas razones. “Sin embargo, en niños pequeños que se alimentan exclusivamente de estas bebidas vegetales pueden ocurrir alteraciones metabólicas, bajo incremento pondoestatural y deficiencias nutricionales”, subraya la académica.

Calcio

Según Carolina Navarro, consumir bebidas vegetales por sobre la leche, “provoca es una deficiencia mayormente de calcio, el cual es un nutriente importante con impacto en muchos sistemas biológicos, especialmente en los huesos. Cuando la leche y sus derivados se consumen de acuerdo a las recomendaciones diarias contribuyen con micro y macronutrientes esenciales a la dieta, especialmente en etapa de crecimiento”.

Para la docente de la UNAB, “las bebidas vegetales nutricionalmente no se comparan a la leche de vaca, por lo que como nutricionistas debemos educar a la población para lograr que aumente el consumo diario al recomendado de leche de vaca y/o derivados, como forma de prevenir deficiencias, especialmente de calcio».

«En tanto, la evidencia actual sugiere efectos potencialmente protectores de la leche contra el sobrepeso, la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, mientras que no hay datos claros que sugieran una asociación significativa entre la ingesta de leche y el cáncer”, concluye.