Una vez escuché decir que nuestro cuerpo es nuestro templo o casa, y la mente es la dueña de casa. El problema es que la dueña de casa se va constantemente hacia pensamientos del pasado (recuerdos) o pensamientos de lo que debemos hacer después (proyecciones a futuro). Pero nada de eso es experiencia. La experiencia solo surge en el presente y es una gran fuente de conocimiento acerca de nosotros mismos. Practicar la atención plena o mindfulness es, justamente, retornar amablemente a la “dueña de casa” al presente, reuniendo la mente dispersa para vivir en plenitud cada momento.

Leer artículo completo