La incertidumbre es un estado colectivo tanto en Chile como en el resto del mundo producto de la pandemia. Las cuarentenas siguen para algunos, mientras que para otros se han ido flexibilizando las libertades individuales. En el caso de los niños, niñas y adolescentes, algunos ya están en clases presenciales mientras otros siguen un sistema de clases online. Por todo esto, es normal que se hayan mostrado muy molestos y tristes al no poder satisfacer sus necesidades en el ámbito social. Por eso es necesario que los adultos puedan darles espacios para jugar y procesar estas emociones.
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Cómo se manifiestan las emociones
Las emociones más recurrentes en los niños en la actualidad son la rabia, la tristeza y el miedo, debido a lo mencionado anteriormente.
La combinación de la tristeza y la rabia se puede expresar como frustración, donde los niños tienden a estar más reactivos, irritables y sensibles. Esto se manifiesta cuando no les resulta algo, cuando los padres intentan poner límites o cuando no pueden jugar afuera o ver a sus amigos.
El miedo aparece desde lo que se escucha, lo que se ve y también lo que se vive. En este sentido, aparece el miedo a contagiarse o a que se contagie algún familiar cercano, lo que muchas veces implica que los niños requieran más contención, contacto físico e incluso varios han requerido estar más en contacto con sus cuidadores significativos a la hora de dormir.
Valeska Woladarsky, psicóloga infanto-juvenil de Centro Médico Cetep, señala que “las emociones que tienen los niños y sus reacciones son totalmente esperables en una situación de crisis y es relevante responder de manera sensible a sus necesidades”.
Algunas recomendaciones
- Según la psicóloga, “lo ideal es hablar con un vocabulario emocional y explicarles lo que ocurre nombrando las emociones”. Por ejemplo: “entiendo que estés triste” en vez de “otra vez con la cara larga”.
- También se deben generar espacios de juego con los niños, por ejemplo, viernes de película o de juegos de mesa. Todo eso con el objetivo de dar espacios de esparcimiento, donde se puedan abrir nuevos canales de comunicación.
- Junto con lo anterior se aconseja evitar la exposición a pantallas sin supervisión (noticias, videos, etc.), debido a que pueden recibir información que no pueden procesar por su edad. Esto podría aumentar el miedo y la angustia frente a lo que está ocurriendo.
- “Me parece relevante poder utilizar cuentos para poder explicarles la situación actual. Hay múltiples recursos gratuitos para poder abrir espacios de conversación sobre la pandemia, y las emociones asociadas a esta”, señala la profesional.
- Valeska invita a los padres a hacer el experimento de contabilizar el tiempo en pantalla de sus hijos. De esta manera podrán chequear si pueden distribuirlo de otra manera para que desarrollen actividades de otra índole.
Ayuda profesional
Es recomendable consultar a un profesional de manera preventiva con el objetivo de ayudar a sobrellevar los cambios y la incertidumbre propios de la pandemia, ya que independiente de los recursos de los niños y familias, es una situación que se escapa de sus manos y que genera un impacto en sus vidas.
La psicóloga de Centro Médico Cetep comenta que “le parece importante estar atentos a las conductas y emocionalidad de los niños, tanto por exceso o por defecto”.
Si nuestros hijos comienzan a estar más inquietos de lo que regularmente son, les cuesta concentrarse, presentan cambios de ánimo repentinos, cambios en la ingesta de alimentos y en el sueño, pérdida de interés en las actividades que regularmente le generaban placer, es necesario y recomendable solicitar ayuda de un profesional psicológico.
Por: CETEP. www.cetep.cl. Fono: +56 2 3210 1593.
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