Un nuevo bebé es un cambio importante para todos los miembros de la familia. Por eso, no darle importancia al cambio que supone para el hermano mayor es un error. El tiempo que tarden en adaptarse a la «nueva vida» dependerá, en gran parte, de la preparación que haremos ante la llegada del bebé.
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Los niños experimentan un cambio drástico con el que lo pasan francamente mal. Aparecen los celos, la soledad, el miedo, piensan que ya no los quieren, etc. El niño no está preparado para entender que el amor de sus padres se multiplica, no se divide.
En esta etapa, el niño sufre, y mucho. Experimenta un sentimiento que, en muchos casos, es nuevo para él: los celos. Estos son iguales a los que nosotros sentimos. Tendrás que armarte de paciencia. No provoques más cambios alrededor del niño que le hagan salir más de su área de confort como, por ejemplo, trasladarlo de la cuna a la cama o quitarle el chupete.
«Cuando nazca mi hermanito me quedaré solo, nadie me querrá». Eso es lo que piensa el niño que tendrá en breve un hermanito. Por eso su comportamiento empieza a variar, buscando atención por parte del adulto. Y eso es lo que necesita, mucha atención, mucho acompañamiento, la presencia del adulto, tomarlo en cuenta, pedirle su opinión, etc.
Toma nota
Antes de la llegada del bebé se puede ir trabajando con el niño este tema tan delicado para él de la siguiente forma:
- Es importante hacer partícipe al niño en temas que tengan que ver con el bebé como, por ejemplo, la elección del nombre. Puedes hacer una lista con los nombres que más les gustan y preguntar al niño cuál le gusta más.
- Puede acompañarte a comprar el muñeco de apego del bebé, elegir el color de todas las cositas que va a necesitar, etc.
- Puedo acompañarte a una ecografía, que escuche los latidos del bebé y que lo pueda ver en el monitor. Estas pueden convertirse en experiencias únicas y maravillosas.
- Durante el embarazo, puedes invitar al niño a hablar con el bebé, a ponerle música, que te haga un dibujo en la guatita, etc. Todo esto fortalecerá el vínculo con su hermano.
- Planifica la logística en el momento de la hospitalización. Es importante tener claro con quién se va a quedar el niño, en qué momento conocerá a su hermano bebé, etc.
- Crea un momento y un ambiente íntimo y especial cuando el mayor vaya a conocer a su hermano; que sea un momento que recuerde con cariño. Mejor si el niño está solo con los padres. Deja que lo tome en brazos para que haya conexión desde el primer momento.
- Avisa a el resto de la familia que te vaya a visitar para conocer al bebé que a la primera persona que deben saludar es al mayor, antes incluso de acercarse a conocer al recién nacido. El niño en este momento necesita mucha más atención que el bebé. Pide a los familiares que estén pendientes.
- El niño puede pintar un body u otra prenda de ropa con pintura textil para el bebé. Cuando el recién nacido lo lleve puesto, su hermano se sentirá muy satisfecho y orgulloso. El día que el mayor vaya a conocer al bebé, puede ser un momento perfecto para estrenar esta prenda.
- Los cuentos son una gran herramienta para abordar cualquier tema con los niños. Apóyate en algún libro para explicarle cómo se va desarrollando el bebé en la guatita de mamá, las emociones y los cambios que está experimentando y, sobre todo, para explicarle el amor tan grande que sientes por tus dos hijos.
- No olvides que tu hijo mayor sigue siendo un niño pequeño y tiene necesidades que no se pueden pasar por alto. El hecho de haber tenido un hermano pequeño no le obliga a madurar de repente. Tiene que seguir disfrutando de su infancia y de cada etapa de su desarrollo.
- Cuéntale a tu hijo historias de cuando nació, de cuando era bebé y necesitaba que le dieran de comer, que le cambiaran el pañal, etc. Puedes enseñarle las ecografías de cuando estaba en tu vientre y fotos y videos de cuando era bebé. De esta manera entenderá que el recién nacido es dependiente. Háblale del día en el que él nació, que fue el día más feliz de tu vida, que el amor que sentiste por él fue una «explosión» dentro de ti.
Por: Carmen Prieto Ribó. Neuroeducadora y autora del libro «No me grites, abrázame» (Editorial Saralejandría). Especialista en comportamiento infantil y juego en la Primera Infancia. Cofundadora de Ubuntu, Asociación Española de Crianza Respetuosa y Consciente. Instagram: @carmenprieto_crianza
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