Si tu bebé nació en estos días de verano debes tener especial cuidado, ya que cuando tienen menos de 2 o 3 semanas aún no regulan bien la temperatura corporal.

Pasado este periodo de tiempo los niños tienen la misma sensación térmica que los adultos, y cuando suben los grados demasiado, para evitar que sude y que su piel sufra irritaciones, conviene refrescarlos con una esponjita húmeda. Una vez seco, podemos dejarle un rato desnudo en un lugar sin corrientes de aire.

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