El Dr. Carlos Rivera, Jefe de la Unidad de Urgencia de
Clínica Universidad de los Andes, entrega algunas medidas preventivas:
1-Supervisión siempre:
Nunca dejar solos a los niños en lugares con agua —playa, piscinas, acequias, canales, ríos, lagos e incluso el baño de la casa—, ni cerca de recipientes con líquido. Aunque ellos sepan nadar, si sufren un golpe o caída pueden asustarse y no saber qué hacer. Un niño muy pequeño puede ahogarse incluso en la bañera de la casa o en una batea con agua.
2-Poner rejas protectoras:
Las indicaciones son una altura de 1,5 metros y con una separación entre barrotes de máximo 10 cm (algunos recomiendan 8 cm), para que no quepa la cabeza de un niño. La puerta debe permanecer siempre cerrada y con un seguro que no pueda abrir un niño.
3-No dejar objetos cerca:
Es fundamental que no haya sillas, pisos o escaleras cerca de las rejas, que los niños puedan movilizar y usar para escalar. Asimismo, se debe evitar que dentro o alrededor de la zona de la piscina existan elementos atractivos para los niños, como juguetes que quieran sacar.
4-Prohibir el juego alrededor de la piscina:
Explicar a los niños que no deben correr en la orilla porque se pueden resbalar, tampoco tirarse piqueros o jugar de manera violenta, ya que podrían dañarse ellos mismos o a otras personas.
5-Vaciar las piscinas inflables luego de usarlas:
Este tipo de piscinas solo deben inflarse al momento de usarlas y luego vaciarlas, incluso las de poca profundidad.
6-Usar elementos de flotación indicados:
Utilizar chalecos salvavidas o flotadores adecuados al peso y edad del niño. Las alitas y los juguetes plásticos no son seguros y no deben usarse. Tampoco las cámaras de neumáticos viejos o salvavidas redondos con un orificio al centro, pues al volcarse, los niños no pueden escapar y se ahogan.
7-Enseñar a nadar:
Si bien nunca reemplazará la supervisión y acción de un adulto, el que los niños sepan nadar puede ser de ayuda.
8-Hacer cursos de reanimación cardiopulmonar:
Estar preparado para ayudar a una persona que ha sufrido asfixia por inmersión puede salvar vidas. Esos minutos que pasan antes de recibir ayuda médica pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte.