Responsabilidades
El menor, a través de los padres, aprenderá a no molestar a la mascota mientras come o duerme, a limpiar la caja o el plato de la comida y a tratarlo con delicadeza. Esto ayuda a que desarrolle el sentido de la responsabilidad y a comprender las necesidades de los demás.
Experiencia táctil
El contacto físico le permitirá abrirse a las experiencias táctiles, aportándole seguridad en sí mismo y en las relaciones con su entorno.
Comunicación
Relacionarse con otro ser vivo también le ayudará a asimilar las reglas de la comunicación no verbal y a desarrollar la capacidad de intuición.
Menos celos
Y si de momento es el único niño de la casa y el día de mañana llega un hermanito, los celos que pueda sufrir se verán mermados ante la experiencia de contar con un miembro más en la familia.
Edad para mascotas
Para la especialista, no existe una edad específica para regalar una mascota a un niño, ya que todo dependerá de su madurez y responsabilidad y de cómo se enfrente la llegada de este nuevo ser al hogar, siendo fundamental la tarea de los padres en el proceso.
Quizás una edad recomendable, a su juicio, sería sobre los 7 años, cuando entienden lo que es un ser vivo, qué cuidados mínimos necesita y la responsabilidad que conlleva. En cuanto a los perros más apropiados para niños, destacan razas como el Golden Retriever, el Labrador Retriever o el Boxer, dependiendo del espacio disponible. Lo ideal es criarlos desde cachorritos (2 meses) para educar sus hábitos de alimentación, higiene y sociabilización.
Los valores
Ahora bien, ¿está preparado un niño para cuidar a una mascota? Según los especialistas de Royal Canin Chile, las responsabilidades que se le asignen pueden variar de acuerdo a la edad, pero las principales están relacionadas con aquellas que derivan del cuidado.
Cuando los niños tienen mascotas aprenden a considerar las necesidades de alguien aparte de sí mismos. Esto genera empatía, compasión y disciplina. Los niños pequeños necesitarán compartir esta responsabilidad con otros; no debe esperarse que actúen más allá de sus capacidades. El tener mascotas es una manera en que los niños desarrollan compasión, respeto y responsabilidad, valores que pueden durar toda la vida.
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