La ministra de Educación, Marcela Cubillos, y la subsecretaria de Educación Parvularia, María José Castro, lideraron el lanzamiento del Bee-Bot, el juguete abeja que busca fomentar la programación y el pensamiento computacional desde la primera infancia.

Este programa de calidad se implementará en 5 regiones del país, impactando en más de 12 mil niños que asisten al Primer y Segundo Nivel de Transición (prekínder y kínder) en escuelas que reciben recursos del Estado.

“Este programa fomenta en los niños la programación y la resolución de problemas a través de experiencias de aprendizaje colaborativas. Un aprendizaje que le servirá toda la vida”, señaló María José Castro.

Detalles

El Bee-Bot es un recurso lúdico, que tiene como objetivo apoyar la innovación a través de una pedagogía que motive a los niños. Son ellos quienes directamente y en grupos de trabajo programan en la botonera ubicada en la parte superior del juguete con forma de abeja, para posibilitar que éste se traslade y alcance los objetivos establecidos en una alfombra acondicionada para aquello.

Este programa se implementará en 26 comunas de las regiones de Atacama, de Coquimbo, Metropolitana, de La Araucanía y de Los Ríos, incluyendo a sus Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) y en el caso de esta última región a establecimientos subvencionados.

Busca promover el acceso e inclusión a través del involucramiento de los niños en el desarrollo de habilidades relacionadas con la resolución de problemas, principalmente pensamiento lógico, secuencial, de abstracción y programación, números, alfabetización y habilidades de colaboración.

Club Bee-Bot

Cada aula involucrada en el proyecto recibirá un Bee-Bot, dos alfombras (una con motivos de campo y otra transparente), fichas para actividades pedagógicas, además del apoyo de una comunidad online desarrollada gracias a un convenio entre la Subsecretaría de Educación Parvularia y la Fundación País Digital, que permitirá implementar el “Club Bee-Bot”.

Aquí, los equipos educativos podrán obtener información y retroalimentación, resolver dudas, compartir motivación, experiencias y buenas prácticas, fomentando el uso de los recursos y la promoción de la enseñanza de la programación.