De acuerdo con la educadora y terapeuta gestáltica Cristina García, autora del
libro «Ser padres y madres ¿dónde está el manual de instrucciones?» (publicado por Edukame.com), la comunicación de los padres hacia sus hijos termina a veces encasillando al niño dentro de un «estereotipo determinado». Por ejemplo, decirle “siempre te portas mal” es un mensaje que encasilla al niño con “ser malo”.
Los niños a muy corta edad terminan creyéndose que “siempre se portan mal” y efectivamente acaban portándose siempre mal. Este tipo de etiquetas no dan ánimo ni esperanza para aprender actitudes y conductas positivas. Además, es mentira que “siempre” un niño se porte mal. Lo que pasa es que sus papás o educadoras pueden caer a veces en el error de solo mirar las cosas malas que hacen y no prestar atención a lo que hacen bien.
Pero como los padres siempre queremos lo mejor para nuestros hijos, la educadora Cristina García entrega a continuación una serie de frases que podemos reemplazar en la comunicación diaria con nuestros hijos. La idea es ayudarlos a crecer con mensajes positivos, de confianza y sin etiquetas.
Idea para evitar el “Eres un/a…”
1-Cambiar: «¡Eres violento!»
Por: “A mí no me gusta que me peguen. Prefiero las caricias”.
2-Cambiar: «¡Eres un llorón!»
Por: “Yo no te entiendo si me lo dices llorando. Cuando te calmes te escucho”.
3-Cambiar: «¡Eres un mentiroso!»
Por: “Me gusta que me digas la verdad. ¿Es verdad lo que me estás contando?”.
4-Cambiar: «¡Eres un desobediente!»
Por: “Me gusta que me obedezcas. Hemos hecho un pacto y tú no has cumplido”.
No abusar del verbo «Ser»
Por otro lado, la educadora anima a los padres a no abusar del verbo “Ser”, diciéndole al niño cosas negativas como eres un desordenado, eres un cochino o eres un despistado. Estos mensajes no animan a crear actitudes positivas ni conductas nuevas, no animan a crecer. Observa estas propuestas:
1-Cambiar: «¡Eres un desordenado!»
Por: “Esta habitación está muy desordenada. Cuando recojas tus juguetes podrás…”.
2-Cambiar: «¡Eres un desobediente!»
Por: “No me has obedecido. Estoy enojada”.
3-Cambiar: «¡Eres un cochino!»
Por: “Te has ensuciado, debes tener más cuidado. Puedes protegerte con esto”.
4-Cambiar: «¡Eres un desastre, todo lo rompes!
Por: “Debes estar atento cuando haces algo. Al no poner atención has roto el vaso”.
5-Cambiar: «¡Eres malo!»
Por: “Hoy/esta tarde/ahora te has portado mal”.
[irp posts=»11380″ name=»¿Por qué las normas, hábitos y rutinas son importantes en la familia?»]