Luego que el Senado aprobara la “ley Ritalín”, el psiquiatra y especialista en conducta de la U. San Sebastián, Jorge Ochoa, es claro al señalar que no todos los niños que consumen metilfenidato (Ritalín) debieran hacerlo.

“No ha demostrado mayor efectividad en mejora cognitiva y calidad de vida, probablemente porque hay un sobrediagnóstico. Niños que tienen otros trastornos, pero los califican como síndrome de déficit atencional y les dan metilfenidato no se están beneficiando porque no es el diagnóstico correcto”, explica.

Actualmente, los niños impulsivos, disruptivos, con problemas en el establecimiento de límites, poca tolerancia a la frustración, pataletas y la necesidad de satisfacer su necesidad a costa de cualquier precio, pueden estar dentro de la gama de alteraciones conductuales que se agrupan bajo el paraguas del déficit atencional.

Esto ha hecho que el diagnóstico sobre trastorno de déficit atencional con hiperactividad (TDAH) en Chile sea casi el doble que el promedio mundial, el que llega al 5% de prevalencia, “evidenciando claramente un sobre diagnóstico”, opina el médico.

Alternativas terapéuticas

Existen alternativas de tratamiento de las distintas alteraciones conductuales en niños, sin medicación, a través del trabajo con terapeutas. “Con los niños más pequeños esto significa dibujar, jugar y hablar. En el caso de los más grandes y los adolescentes, un terapeuta compartirá actividades e ideas para desarrollar las habilidades que necesitan, como buenos hábitos de estudio”, explica Estefanía Araya, académica de Terapia Ocupacional de la USS.

Por su parte, el psiquiatra Jorge Ochoa agrega que hay que entender que los niños manejan pantallas, son multitareas, dinámicos y la vieja estructura de educación de mantenerlos sentados escuchando un dictado se agotó, explica Ochoa.

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“Tiene que haber una revisión del curriculum por parte del Mineduc y capacitar a los profesores para que hagan clases más interactivas que aporten herramientas para que aprendan a desarrollar trabajos en equipo. Necesitamos otro modelo de educación”, añade.

Consejos desde la terapia ocupacional

  • Hablar y escuchar: El terapeuta les enseña a los niños a hablar acerca de sus sentimientos, ayudándoles a ponerlos en palabras en lugar de acciones. Permite que los niños se sientan comprendidos. También los predispone a prestar más atención.
  • Jugar con un objetivo: Los terapeutas usan esta herramienta para que los niños se calmen, sigan instrucciones, aprendan a planificar y organizar.
  • Hacer actividades: Se enseñan lecciones acerca de las emociones, la organización del trabajo escolar, el estudio o la comprensión de las otras personas. Las actividades y las hojas de trabajo ayudan a hacer que estas lecciones sean entretenidas.
  • Practicar nuevas habilidades: Un terapeuta puede enseñarles a los niños habilidades como la conciencia plena (mindfulness) o ejercicios de respiración. Habilidades que ayudan a entrenar la atención y la calma de la mente y el cuerpo.
  • Resolver problemas: Los terapeutas construyen preguntas sobre los problemas que les genera el trastorno de conducta en la escuela y en el hogar, y hablarán con los niños y sus padres acerca de cómo resolver estas dificultades.