La llamada musicoterapia es el uso controlado de la música para el tratamiento, rehabilitación, educación y entrenamiento para adultos y niños que presentan problemas físicos, mentales y emocionales. Y es que la música es de gran importancia en el desarrollo del individuo al crear infinitas maneras de relacionarse.
El efecto de la música en la mente y el cuerpo de una persona enferma no han cambiado a través de los siglos. En la Edad Media, los sacerdotes se dieron cuenta de que tanto la música como el arte podían influir en el hombre, para mejor o para peor, aunque el paciente no tuviera educación.
Ms. Juliette Alvin —profesora y creadora de la musicoterapia, quien figura en todos los volúmenes de estudio de esta carrera universitaria— señaló que “a través de toda la historia de la Cristiandad la música ha sido y es hasta el día de hoy un elemento indispensable del ritual y la liturgia en las procesiones donde participa el público”. Personalmente tuve el honor de ser su alumna en el Guildhall School of Music, Londres, 1970.
Presente en el día a día
La música debe estar presente en los hogares desde el nacimiento de un hijo o hija.
Puede presentarse en forma de juegos musicales o simples canciones inventados por los padres, si no saben las tradicionales.
La música ayudará a los niños a utilizar su oído, estimulará su atención y memoria al aprender las canciones y sus letras.
Al mismo tiempo permite compartir con los padres los juegos que se van formando y que tanto bien le hacen a la relación de ambos. No hay que olvidar que es más fácil cantar que hablar.
Los padres deben emprender un viaje musical con sus hijos en el diario vivir, ya sea invitándolos a almorzar, a comer, a tomar la “papa”, a vestirse y a crecer felices entonando una canción.
No hay que perder la ocasión de cantar junto a los hijos: adivinanzas, juegos inventados por ellos o simplemente un pequeño cuento inventado por los niños. Esto les provocará una inmensa felicidad al ser ellos los autores de esta linda actividad en familia.
Papás: es importante tener mucha calma y paciencia. No olviden respetar el silencio de los niños cuando ellos lo requieran.
Por: Valeska Sigren Bindhoff, musicoterapeuta Centro de Audición, Lenguaje y Aprendizaje COMUNICA. Fono: +562 22203474, +569 91398650. www.comunica.cl
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