Enero y febrero son sinónimos de vacaciones, días libres de clases y de jardín infantil para los niñas, niños y adolescentes. Las realidades son muy diversas: algunos padres quizás no tendrán vacaciones, muchos irán a la playa o al campo, mientras que otros veranearán en la plaza.
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Sin embargo, más allá de la realidad de cada familia, existen recomendaciones generales acerca de lo que conviene y no conviene hacer en vacaciones.
A continuación, la profesora Mónica Manhey, subdirectora del Departamento de Educación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile se refiere a estos puntos: luz verde para lo que sí se recomienda y luz roja para lo que no se recomienda.
Luz verde
- Los niños se entretienen con elementos simples que están a mano (caja de cartón, cilindros de papel higiénico). Salir al aire libre, ya sea al patio, la calle, la plaza o donde sea un lugar seguro siempre será bienvenido. Esto es más recomendable que estar frente a pantallas.
- ¿Qué hacer con los niños en vacaciones? La respuesta de los especialistas es, en síntesis, “pregúntele a ellos”. Es decir, los niños son sujetos de derecho y contarles los planes y hacerlos partícipes es el primer paso para responder esta clásica pregunta de la temporada estival.
- Podemos preguntarles, escucharlos y hacerlos partícipes en los planes sobre dónde ir, a quién visitar o qué ropa ponerse.
Luz roja
- Estar todo el día frente a pantallas. La idea no es prohibir, pero sí regular el horario.
- Sentarse a estudiar en vacaciones es algo que debe descartarse de plano. Sí se recomienda incentivar el aprendizaje de manera natural, con su entorno: mirar el color de los árboles, preguntarse qué tipo de aves o animales ven, socializar.
Edición SM
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