Muchos papás pasan un mal rato cada vez que se encuentran con niños que no comen o son mañosos para comer. El problema es cuando no logran recibir una cantidad suficiente de alimentos que les permita asegurar un aporte nutricional adecuado. Son los llamados niños «picky eater».

Este problema aumenta el estrés de la familia y puede generar un impacto negativo en el desarrollo físico, intelectual y social de los niños. Por lo mismo, es un motivo frecuente de consulta al pediatra.

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