La pitiriasis alba es una enfermedad frecuente de la piel de los niños. Se caracteriza por placas “blanquecinas” de 0,5 a 6 cm de diámetro, formas irregulares y límites bien definidos, con escamas finas, que afectan predominantemente a cara, cuello, región superior del tronco y raíz de extremidades.
Ocurre generalmente en personas de piel más oscura, aunque puede afectar a personas con diferente grado de pigmentación.
Leer artículo completo
¿Por qué se produce?
Actualmente la causa no está bien definida. Se la relaciona con la dermatitis atópica, la exposición solar y la ausencia de uso de filtros solares, la frecuencia de baño, la falta de higiene, la sequedad cutánea y la deficiencia de minerales. Se discute el papel de algunos microorganismos como el Staphylococcus aureus.
¿Puede confundirse con otras enfermedades?
Existen otras enfermedades parecidas. Por ejemplo, la pitiriasis versicolor o el vitíligo pueden manifestarse también como manchas sin pigmentar. Las características dermatológicas y el análisis con pruebas especiales pueden orientar el diagnóstico.

¿Qué tratamiento tiene?
Deben protegerse las áreas alrededor de las lesiones con crema protectora solar. El tratamiento de base lo constituyen las cremas hidratantes (emolientes) y los corticoides tópicos suaves. No obstante, su eficacia es limitada. Raras veces, la mayoría de ellas por motivos estéticos, es necesario recurrir a otros tratamientos. Todo tratamiento debe ser indicado por un médico especialista.
¿El daño a la piel es permanente?
Aunque es motivo frecuente de consulta y de preocupación para padres y pacientes, la pitiriasis alba no origina un daño permanente en la piel.
¿Es curable la pitiriasis alba?
Sin tratamiento, las lesiones suelen resolverse en meses o años. Mientras que en niños la enfermedad puede cronificarse, es frecuente que mejore en la adolescencia.
Fuente: Asociación Española de Pediatría.
[irp posts=»877″ name=»Mi hijo tiene dermatitis atópica: ¿qué hacer?»]
Otras notas relacionadas: