“Si se preguntara a 100 mujeres de Chile de más de 40 años, y que tuvieron al menos un parto vaginal, si han presentado incontinencia urinaria, hiperlaxitud vaginal o prolapso, por lo menos la mitad va a contestar que sí”, afirma el Dr. Jack Pardo, médico cirujano de la Universidad de Chile con especialización en Ginecología, Uroginecología y Cosmetoginecología.
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La incontinencia urinaria posparto se produce pocas veces después del parto y la mayoría de las mujeres se recupera. Sin embargo, vuelve a aparecer varios años después, principalmente entre los 40 y 48 años.
¿Por qué ocurre?
La pérdida de control de la orina ocurre porque, años antes, cuando esas mujeres fueron madres, en el momento del parto, se produjo un desgarro debajo de la uretra con la expansión de la vagina. Ese tejido que queda suelto puede debilitarse más por la edad, por aumento de peso o por la falta de hormonas. Ante esa situación, cuando una mujer aumenta la presión intraabdominal empuja la vejiga, y si la presión que la uretra opone es menor a la del agua dentro de la vejiga, la orina sale para fuera.
El Dr. Pardo sostiene que ha tenido pacientes con problemas de ese tipo desde hace 10 años y que recién ahora están buscando soluciones. “La mujer chilena todavía se demora en consultar por incontinencia urinaria posparto”, dice.
Pardo explica que es probable que esto se deba a que hasta fines del siglo XX era considerado normal que las mujeres tuvieran incontinencia después de tener partos vaginales y solo en casos muy extremos se trataban, porque requerían cirugías muy invasivas.
Soluciones al alcance
Hoy, sin embargo, la ciencia ha avanzado y dispone de opciones para las mujeres que sufren de incontinencia urinaria posparto.
Un camino consiste en poner una cinta en esa región, debajo de la uretra, para que cuando esta baje se comprima con el material y la orina no salga. Otro camino es utilizar un láser que refuerce el tejido, rejuveneciéndolo y evitando así la incontinencia.
El experto —quien ha realizado más de 1.000 veces esos tratamientos— sostiene que hay una serie de criterios para definir el procedimiento. En general, a las mujeres que sufren de mucha incontinencia se les recomienda la cirugía, y a quienes presentan el problema, por ejemplo, 2 veces por semana o cuando practican deportes, se les indica el láser. Pero hay otros factores de por medio, como si la paciente quiere tener más hijos o no. “En el caso de que la mujer quiera tener más hijos es ampliamente sugerente utilizar el láser”, apunta.
A nivel global, entre 80 y 85% de los tratamientos con láser son exitosos. Su efecto dura entre 18 y 24 meses, y luego hay que repetir el procedimiento. En el caso de la cirugía, el 93% de las mujeres presenta un resultado exitoso y no es necesario volver a operarse.
Prevención
- Es recomendable que aquellas mujeres que tendrán partos vaginales, estos puedan ser lo menos traumáticos posible.
- La idea es que los doctores identifiquen previamente la desproporción fetopélvica, percibiendo si el feto es muy grande para una madre y evitando así un eventual desgarro de la parte debajo de la uretra. En estos casos, la cesárea electiva es una alternativa.
- Es recomendable que las mujeres no suban mucho de peso durante el embarazo.
- Tras el parto se sugiere que las mujeres se hagan una rehabilitación pélvica, ojalá con silla electromagnética Emsella, kinesioterapia o láser a las 6 semanas tras el nacimiento.
Esas acciones, según el doctor, disminuyen la posibilidad de que las mujeres presenten incontinencia urinaria más tarde. “Me atrevo a decir que una mujer que tuvo partos vaginales y que no presente incontinencia a los 50 años, es muy poco probable que vaya a tener en todo el resto de su vida”, concluye.
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