Estructura del esmalte:
Existen personas que pueden tener naturalmente un esmalte dental más propenso a formar caries.
Genética:
La genética juega un papel en la salud bucal. Si tienes antecedentes familiares de caries frecuentes, es posible que también tengas una mayor predisposición.
Higiene bucal inadecuada:
Un cepillado y uso del hilo dental insuficientes a la hora de la higiene bucal pueden permitir la acumulación de placa bacteriana, lo que aumenta el riesgo.
Dieta:
Consumir alimentos y bebidas ricas en azúcares y carbohidratos puede alimentar a las bacterias que causan caries. Una dieta deficiente puede aumentar el riesgo.
Fluoruro insuficiente:
El fluoruro es esencial para fortalecer el esmalte dental y prevenir la desmineralización. Si no recibes suficiente fluoruro, es más probable que tus dientes sean más vulnerables a las caries.
Condición médica y medicamentos:
Algunas condiciones médicas y medicamentos pueden afectar la producción de saliva, lo que es importante para mantener un ambiente oral saludable. La saliva ayuda a neutralizar los ácidos y remineralizar el esmalte.
Edad:
Los niños y los adultos mayores a menudo son más propensos a las caries debido a las diferencias en la higiene bucal, la dieta y otros factores.
Factores del estilo de vida:
Fumar y el consumo excesivo de alcohol pueden aumentar el riesgo de caries al debilitar el sistema inmunológico oral.
Es importante tener en cuenta estos factores y mantener una buena higiene bucal, una dieta equilibrada y visitas regulares al dentista. Si tienes preocupaciones acerca de la predisposición a las caries o la salud de tus dientes, es recomendable hablar con un profesional para recibir consejo y atención personalizados.
Por: María Teresa Picasso, odontopediatra. Profesora Universidad Mayor y Universidad Diego Portales.