El cierre laboral y de estudio, además de las celebraciones, pueden provocar una importante carga física y mental en las personas. Esto puede verse especialmente incrementado en este año 2020 por las consecuencias del Covid-19 en nuestras vidas. Frente a esto, una práctica que puede ser de gran utilidad es el mindfulness (atención plena, en español). La actividad combina técnicas de relajación o meditación con el modo en que manejamos las situaciones que nos impone la vida, centrándonos en el presente y en el ahora, y conectando estas experiencias con el cuerpo, mente y emociones.

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