Hay varias razones por las que algunos padres evitan disciplinar a sus hijos, lo que puede convertirse en un problema en el camino de la crianza. Para superar esto, los padres deberían recapacitar y analizar sus motivaciones. No pueden esperar que un niño modifique su conducta si el adulto no está dispuesto a modificar primero la suya.
A continuación, se muestran algunas de las razones que impiden a los padres ejercer una buena disciplina sobre sus hijos obteniendo como respuesta, en muchas ocasiones, una mala conducta.
1-El padre desesperado
Este padre ya se ha dado por vencido porque siente que su hijo es incapaz de cambiar y siempre se comportará insatisfactoriamente.
2-El padre no confrontativo
Este padre evita toda confrontación con su hijo porque en realidad no espera que el niño le obedezca y el niño lo sabe. A veces este padre teme perder el amor de su hijo si le exige demasiado.
3-El padre cansado
Este padre no logra generar la energía necesaria para seguir el ritmo de un niño activo o de mala conducta.
4-El padre con remordimientos
Este padre se echa la culpa por los problemas de conducta de su hijo y siente remordimientos cuando trata de disciplinarlo. El autorreproche y los sentimientos de culpa le impiden educar a su hijo o hija para que mejore la conducta. Este padre se vuelve pasivo y permisivo.
5-El padre irritado
Muchos padres se enojan e irritan cada vez que tienen que disciplinar a sus hijos. Como no pueden disciplinar sin estar irritados, se sienten pésimo y, en consecuencia, ignoran la mala conducta de sus hijos.
6-El padre inhibido
Algunas veces uno de los padres impide que el otro discipline al niño. Si este es su caso, continúe conversando con su pareja sobre sus objetivos. Después de ponerse de acuerdo sobre los objetivos, continúe tratando de ponerse de acuerdo sobre los métodos de disciplina.
7-El padre preocupado
Problemas maritales, financieros y otras situaciones difíciles de la vida llegan a ser una carga para los padres. A menudo, al padre preocupado le falta la energía suficiente, el tiempo y la motivación para ayudar a su hijo.
Padres en busca de ayuda
Educar a los niños y mantener la familia unida es una tarea difícil y desafiante. Y es que ser buenos padres requiere amor, conocimiento, esfuerzo y tiempo.
Profesionales de la salud mental pueden ayudar a los padres a comprender mejor tanto a su familia como a conocerse a sí mismos, y de esta manera, ser más eficaces en la educación de sus hijos.
Fuente: Libro «S.O.S Ayuda para padres», escrito por Lynn Clark, doctor en psicología clínica y profesor en Western Kentucky University.
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