Los corneocitos se generan con el resultado de la maduración de las células de la epidermis que al ascender van modificando su estructura y adquiriendo características especiales para cumplir su función. El proceso de maduración dura aproximadamente 28 días y al cumplir el ciclo se descaman de manera natural.
De acuerdo con lo planteado por la dermatóloga Yael Adler en su libro «Cuestión de piel», cada minuto una persona llega a perder cerca de 40 mil escamas cutáneas, equivalentes a 10 gramos por día. Esta pérdida puede pasar inadvertida, a menos que influyan otros factores convirtiéndola en una poco estética caspa.
Causa
Las inflamaciones de la epidermis o eczemas son causantes de la caspa. Cualquier leve inflamación de la superficie cutánea desencadena un desprendimiento acelerado de las células, dado que el cuerpo desea soltar algo, una irritación, un alérgeno, un germen o la sequedad.
«Y la piel cree que, al acelerar la renovación celular, soltará más deprisa ese lastre: en los eczemas y la psoriasis, el viaje de las células a través de la epidermis es de solo unos 5 días en vez de 4 semanas. Así que cuando vemos caspa estamos ante un estado a medio camino de una afección que sanará en algún momento por sí misma o que requerirá tratamiento médico», señala en el libro.
Caspa grasa
Junto a los eczemas secos, alérgicos e irritativos, hay asimismo un eczema graso que provoca caspa grasa: cuando fluye demasiado sebo, las levaduras pueden multiplicarse en exceso en los poros, puesto que les encanta el sebo y se lo comen.
Los productos de desecho de estas levaduras irritan la piel y, como siempre, esta reacciona con toda naturalidad desprendiendo caspa.
La especialista agrega que, afortunadamente, el hongo no es contagioso. Vive en los poros de cualquier persona y solo se vuelve agresivo cuando se alimenta de mucho sebo. Por eso lo más importante es que un doctor determine si la caspa es seca o grasa para definir cómo tratarla.
[irp posts=»10633″ name=»Consejos para una buena depilación»]