Estamos insertos en medio de una pandemia. Se pide mantener la distancia entre todos, dando la posibilidad de acercarnos como familia nuclear. La pregunta que puede surgir es: ¿qué debemos escuchar y qué debemos decir estando en nuestras casas para cuidar nuestra salud mental y el bienestar de todos?
¿Qué escuchar? Sonidos y silencio, música que nos gusta, que nos relaje, voces de personas que admiramos, palabras de nuestros niños y su lenguaje corporal.
¿Qué decir? Palabras positivas. Como mamás debemos tratar de regularnos a nosotras mismas para poder contener y sostener los miedos y preocupaciones de los niños. Si pensamos en los sonidos de la primera infancia, ¿cuáles son los importantes? Las voces de nuestros seres más preciados, los padres. Cuidemos las palabras, que sean tranquilas y cariñosas, cuidemos lo que escuchamos y no caer en una sobreinformación de lo que pasa en el mundo.
Estos días, estas semanas y meses que vienen, estaremos con los más cercanos, re-encontrados con nuestros hijos en la crianza (que quizás estaba siendo delegada en otros) y conectados con nuestros trabajos de manera digital (aprendiendo a hacerlo) o de manera presencial con los infinitos cuidados ante el posible contagio. Cuidemos este espacio sagrado y demos sentido a las horas, ayudándonos con actividades de rutina y juegos creativos y simples.
¿Por qué mantener las rutinas?
Establecer horarios y hábitos repetitivos ayuda en el equilibrio emocional de los niños. Ellos sabrán qué esperar y eso los hace sentir bien. Lo que quiero destacar es que en este tiempo en que los niños salen de sus rutinas habituales, logren entender que en casa también existe una.
Construyan el horario de sus casas. Cada familia tendrá uno diferente en cuanto a las actividades y horas para hacerlo (levantarse, higiene, tiempos de juego, de manualidades, de comidas, de siestas, de ver TV, de juegos en familia, de hacer actividad física como bailar, de baños y sueño). Sus niños pueden ya tener responsabilidades y esto los forma para la vida.
No se asusten de poner límites y estructura. Cada uno debe tener espacios personales (autocuidado, trabajo, mundo personal) y también para un re-encuentro en familia.
Ideas de juegos imperdibles
Tesoro escondido
Dibujar, pintar con témpera, pintar con témpera soplando con una bombilla
Bailar con canciones favoritas de cada uno, en turnos
Leer un cuento y dibujar lo que les gustó del cuento
Jugar a “si se la sabe cante”
Jugar a las mímicas de películas
Ver una película juntos
Cantar con karaoke padres y niños (cada uno elige su canción)
Inventar una canción
Cambiar la letra de una canción favorita de los padres o de los niños
Juegos de mesa que a todos les guste (cartas, palitos chinos con palitos de fósforo)
Hacer tarjetas a seres queridos
Hablar por videollamada con seres queridos
Ordenar la pieza
Re-decorar pieza con nuevos dibujos
Plantar en un vaso con algodón húmedo una lenteja o poroto y ver cómo crece
Regar las plantas
Lavar el auto
Limpiar vidrios
Cocinar algo juntos
Poner la mesa
Hacer la cama
Darse baños de tina con juguetes
Jugar con plasticinas (buscar figuras en internet para copiar)
Hacer pan o masa de pizza
Por: Andrea Fuentes, psicóloga y musicoterapeuta. Centro de Audición, Lenguaje y Aprendizaje Comunica. Fono: +562 22203474. +569 91398650. www.comunica.cl
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