Cuidados importantes para la piel del recién nacido
Cuando un bebé llega a casa los padres se ven enfrentados a numerosos desafíos en materia de cuidados, sobre todo si son primerizos. Deben cuidar el aseo, alimentación, salud y desarrollo del bebé, entre otras cosas. El Dr. Jorge Burgos, dermatólogo y académico Universidad Andrés Bello, responde algunos puntos que los padres deben saber para cuidar la piel del bebé. La piel del recién nacido es extremadamente delicada y requiere cuidados especiales debido a su sensibilidad y suavidad. Generalmente está cubierta de una sustancia protectora llamada vérnix caseosa, que la resguarda durante el tiempo en el útero. El vérnix caseosa es una protección formada por agua, lípidos y proteínas que lo cubre hasta el primer baño. La piel del recién nacido es de menor grosor, más fina y delgada, muy sensible a agentes externos, las glándulas sebáceas y sudoríparas, pese a estar presentes, no tienen el desarrollo funcional. Al ser más delgada, especialmente en niños que nacen de pretérmino, queda predispuesta a infecciones e irritaciones. Las dermatosis más frecuentes y transitorias del recién nacido son los quistes de milium, la miliaria y sudamina y la dermatitis del pañal. La dermatitis atópica se considera enfermedad como tal. Lo principal es no agredir la piel. Ello significa no usar productos con capacidad detergente, ya que como es delgada, fina y seca se deben usar productos que no retiren el manto sebáceo. Los jabones comunes emulsionan la grasa y queda seca; con ello hay predisposición a irritaciones, infecciones y picazón. Se recomienda, además, evitar esponjas o esparadrapos. La piel se limpia con la mano. Tampoco es aconsejable el uso de productos como colonias y aromatizantes que pueden irritar. Lo más importante es asear con jabones neutros sin perfume e idealmente aplicar lociones o cremas hidratantes, ya que las enfermedades descritas se gatillan o agravan con piel seca. La ropa de algodón es preferible debido a su suavidad, transpirabilidad y capacidad para evitar irritaciones. Lo que se busca es disminuir el roce y fricción, que siempre va a existir, pero el algodón produce roce menos agresivo en la piel y tiene capacidad de absorber la humedad. Y como el bebé tiene sus glándulas sudoríparas inmaduras hay que ser más cuidadosos. La ropa sintética, en cambio, evita la absorción del sudor y aumenta la temperatura. Recordemos que la piel húmeda facilita la aparición de irritaciones e infecciones. Se recomienda lavar la ropa del bebé con detergentes suaves y específicos para bebés, sin fragancias ni colorantes. También evitar el uso excesivo de suavizantes que pueden dejar residuos en la ropa y causar irritaciones. Evitar detergentes con fragancias surfactantes y parabenos. Los efectos más graves que podrían producirse en una alergia a detergentes, por ejemplo, son obstrucción respiratoria, urticaria y angioedema, que es obstrucción por hinchazón brusca de la lengua. Otras lesiones en la piel menos graves son la picazón, dermatitis, ampollas y vesículas.
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Uno de los aspectos que no deben descuidar es su piel, ya que tiene características muy especiales. Y si no se toman ciertos resguardos podría terminar en un problema dérmico importante.
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