Los trazos, las figuras y los colores que eligen no están escogidos al azar. Pueden mostrar cómo se siente tu hijo: un día dibuja un sol gigante y brillante cuando está contento, otro día puede que use un montón de garabatos oscuros cuando algo le preocupa. Al prestar atención a estos detalles puedes entender mejor qué está pasando en su interior. Es como si tuvieran su propio lenguaje especial que, con un poco de atención, todos podemos aprender a entender.
El dibujo como lenguaje emocional
Imagina que cada dibujo que tu hijo crea es una carta que te envía desde su corazón. A veces, los niños no saben cómo decirnos con palabras lo que sienten, pero un dibujo puede capturar sus alegrías, sus miedos y sueños de manera perfecta. Los colores brillantes suelen ser mensajeros de felicidad, mientras que los garabatos oscuros y las esquinas puntiagudas pueden expresar frustración o miedo.
Las líneas curvas y las formas redondeadas a menudo hablan de tranquilidad y contento, y un sol en el cielo o una familia con manos dadas son signos de que se sienten seguros y amados. Pero si de repente los dibujos cambian, si los colores vivos se vuelven grises o las casas y las personas parecen menos detalladas, puede ser una señal de que algo los preocupa.
Si notas que esos cambios se mantienen en el tiempo o que los temas de sus dibujos se vuelven más sombríos, podría ser un buen momento para sentarte con ellos y charlar sobre lo que dibujan. No es necesario alarmarse por cada pequeño cambio, pero es bueno estar atento. Así que la próxima vez que tu hijo te muestre un dibujo, míralo con atención, porque es un pedacito de su mundo emocional que te está compartiendo.
¿Qué le puedo preguntar sobre su dibujo?
Cuando tu hijo termina de dibujar y corre emocionado a mostrarte su obra, tienes una oportunidad de oro para explorar su mundo interior. La clave está en hacer preguntas abiertas, esas que no tienen una respuesta «correcta» o «incorrecta» y que le permiten a tu hijo expresar libremente sus pensamientos y sentimientos.
Puedes empezar con algo tan sencillo como: “Cuéntame sobre tu dibujo, ¿qué está pasando aquí?”. Esto invita a tu pequeño artista a narrar la historia detrás de su creación. Otras preguntas pueden ser: «¿Qué te hizo elegir esos colores?» o «¿Cómo te sentías mientras lo dibujabas?». Estas preguntas pueden revelar mucho sobre sus emociones y pensamientos durante el proceso creativo.
Para alentar a los niños a dibujar más y expresarse artísticamente, es fundamental que se sientan en un espacio seguro y acogedor. Asegúrate de que tienen un lugar cómodo y que cuentan con los materiales necesarios a mano. Además, mostrar interés genuino y celebrar su esfuerzo, más allá del resultado final, les anima a seguir expresándose. Y recuerda, no hay que corregir ni sugerir cómo «debería» ser su dibujo; cada trazo es una expresión de su individualidad.
Un ambiente de confianza se construye con la práctica de escuchar sin criticar y ofreciendo retroalimentación positiva. Cuando los niños ven que sus dibujos son valorados, se sienten más motivados para sumergirse en el mundo del arte y compartirlo contigo. Así que la próxima vez, en lugar de decir «qué bonito dibujo», puedes preguntar «¿me cuentas más sobre esto?», y prepárate para un fascinante viaje a través de sus ojos.
¡Y recuerda!
Entender y apoyar la expresión emocional de los niños a través del dibujo es más que un acto de amor; es una parte esencial de su desarrollo y bienestar. Los dibujos son un lenguaje que los niños utilizan antes de que puedan expresarse plenamente con palabras. Nos ofrecen una perspectiva única de cómo ven el mundo, qué sienten y cómo procesan sus experiencias. Como padres, al reconocer y valorar sus creaciones, les estás diciendo que sus sentimientos son importantes y que estás aquí para entenderlos y apoyarlos.
Cada momento que pasas observando y hablando sobre un dibujo con tu hijo, estás fortaleciendo su relación y dándole las herramientas para enfrentar el mundo con confianza. Su papel es crucial en validar y guiar las emociones de sus pequeños. Muéstrate presente y curiosos, celebrando cada trazo de su crecimiento emocional. Recuerda que su apoyo incondicional es el lienzo sobre el cual tu hijo pintarán las historias de su vidas. Sigamos fomentando la creatividad, sueños y emociones a través del poderoso acto de dibujar.
Por: Bettina Capucho. Psicóloga Clínica Infantil. PhD & MBA. Autora de libros, docente universitaria y conferencista. @TerapiaConBetty. E-mail: [email protected]