Como mamá de dos hijos —Blanca de dos años y medio y Santiago de 6 años— Caroline se enfrentó al tema de la educación sexual cuando su hijo le comenzó a hacer preguntas sobre su cuerpo. Para ella es importante poder llamar a los genitales por su nombre correcto. Además, señala que como padres debemos transmitirles que el cuerpo es sagrado, que nadie externo puede tocar o mirar y que hay zonas que son privadas. “Mi hija pequeña está con control de esfínter en el jardín y le mencioné que solo ciertas personas (sus maestras de jardín) pueden cambiarla y ayudarla”, explica.

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