Las investigaciones sobre el desarrollo humano muestran claramente que las semillas de la empatía, el cuidado y la compasión están presentes desde una etapa temprana de la vida. Pero para convertirse en seres humanos cariñosos y éticos, los niños necesitan que los adultos los ayuden en cada etapa de la niñez para nutrir estas semillas hasta su pleno desarrollo.
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Debemos trabajar para cultivar la preocupación de los niños por los demás porque es fundamentalmente lo correcto y también porque cuando los niños pueden sentir empatía y asumir la responsabilidad de los demás, es probable que sean más felices y exitosos. Tendrán mejores relaciones durante toda su vida y las relaciones sólidas son un ingrediente clave de la felicidad.
A continuación, expertos de Making Caring Common —proyecto de la Escuela de Graduados en Educación de Harvard— muestran pautas para criar niños afectuosos, respetuosos y éticos, junto con consejos para ponerlas en práctica. Todo esto respaldado por muchos estudios y por el trabajo que diversas organizaciones han realizado durante varias décadas con familias en Estados Unidos.
Sé un fuerte modelo moral y mentor
Los niños aprenden valores y comportamientos éticos al observar nuestras acciones y las acciones de otros adultos a quienes respetan. Los niños escucharán nuestras enseñanzas cuando predicamos con el ejemplo.
¿Cómo?
Presta mucha atención a si estás practicando la honestidad, la justicia y el cuidado de sí mismo y si estás modelando habilidades como resolver conflictos pacíficamente y manejar la ira y otras emociones difíciles de manera efectiva. Pero ojo: nadie es perfecto todo el tiempo. Por eso es importante, de hecho, modelar para los niños humildad, autoconciencia y honestidad reconociendo y trabajando en nuestros errores y defectos.
También es importante que reconozcamos lo que podría estar interfiriendo con nuestro propio cuidado. ¿Estamos, por ejemplo, agotados o estresados? ¿Nuestro hijo nos presiona de una manera específica que a veces hace que cuidarlo sea difícil? Y recuerda, los niños solo querrán ser como nosotros si confían en nosotros y nos respetan. Los adultos podemos reflexionar sobre si nuestros hijos nos respetan y, si pensamos que no lo hacen, considerar por qué y cómo podríamos reparar la relación.
Prueba esto
- Servicio: Participar regularmente en servicio comunitario o modelar otras formas de contribuir a una comunidad. Aún mejor, considera hacer esto con su hijo.
- Honestidad y humildad: Cuando cometas un error que le afecte, habla con tu hijo sobre por qué cree que lo cometió, discúlpate por el error y explícale cómo planeas evitar cometerlo la próxima vez.
- Reflexiona con otros: Consulta con personas en las que confías cuando te resulte difícil ser solidario o modelar cualidades éticas importantes como la justicia.
- Cuídate: Ya sea pasando tiempo con un amigo, saliendo a caminar, orando o meditando, trata de encontrar tiempo para aliviar tu estrés. Esto es importante para ti y te permitirá ser más atento y afectuoso con los demás.
Fuente: Making Caring Common, Escuela de Graduados en Educación de Harvard
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