Niños: navegando entre el estrés y la ansiedad
En la maravillosa y a veces complicada travesía de la infancia, nuestros pequeños pueden encontrarse con olas de emociones que no siempre saben cómo manejar. Entre estas emociones, el estrés y la ansiedad son dos de las más comunes y, a menudo, difíciles de entender. Abordar estas emociones tempranamente es crucial. No solo se trata de aliviar a nuestros hijos de una carga pesada en el presente, sino de equiparlos con herramientas valiosas para toda la vida. Cuando ayudamos a nuestros niños a navegar a través del estrés y ansiedad, estamos enseñándoles a reconocer sus emociones, entenderlas y manejarlas de manera saludable. Las señales de estrés y ansiedad en los niños son sutiles y pueden pasar desapercibidas. Estar atento a los siguientes síntomas puede ayudarte a identificar si tu hijo está lidiando con estas emociones: Cada niño es único, pero hay ciertos factores comunes que pueden desencadenar estas emociones. Entenderlos es el primer paso para poder ayudar. Algunos de los causantes más frecuentes de malestar emocional en los niños están relacionados con: Abordar el estrés y la ansiedad en los niños requiere un enfoque dual: prevenir su aparición y atenderlos efectivamente cuando ya están presentes. Aquí van algunas estrategias clave para ambos aspectos: Para la prevención: Para la atención: Los cuidadores tienen la capacidad de aliviar el estrés y la ansiedad en sus niños, y también tienen la responsabilidad de enseñarles a enfrentar los desafíos de la vida con confianza y coraje. Con cada palabra de validación, cada abrazo reconfortante y cada momento de escucha, están construyendo un futuro más estable y tranquilo para ellos. Confíen en su instinto, su amor y su dedicación, pero también recuerden que no están solos. Buscar apoyo, ya sea en la comunidad, la familia, o profesionales, es un signo de fortaleza y sabiduría. Cada niño es único y, aunque el manejo del estrés y la ansiedad puede variar, el amor, la comprensión y el apoyo constante son universales en su efectividad. Por: Dra. Bettina Capucho. Psicóloga clínica infantil. PhD y MBA. Autora de libros, docente y conferencista. Email: [email protected]. Instagram: @TerapiaConBetty
Leer artículo completo
Imaginemos el estrés como una mochila que se va llenando con las preocupaciones diarias: tareas escolares, cambios en la familia o incluso un horario demasiado apretado. La ansiedad, por su parte, es como un eco persistente de preocupaciones que puede hacer que nuestros niños se sientan inseguros sobre el futuro, incluso por cosas que aún no han sucedido.
Señales de alerta
Causas de estrés y ansiedad
Prevención y atención