Qué hacer ante una picadura de abeja
En esta época del año aumenta el riesgo de sufrir una picadura de abeja y/o avispa, pues este tipo de insectos se mantienen más activos durante los meses de primavera y verano.
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El Dr. Sebastián Ugarte, Jefe Centro de Pacientes Críticos de Clínica Indisa, responde las principales dudas sobre este tema. En primer lugar debemos decir que la picadura más frecuente es la de abeja. En este caso es solo la hembra la que pica, dejando su aguijón en la herida para posteriormente morir. La avispa, sin embargo, posee un aguijón liso y puede picar numerosas veces. Estas picaduras constituyen un incidente molesto pero, en la mayoría de las ocasiones, sin mayor peligro, provocando una dolorosa hinchazón local. Todo vuelve a la normalidad en cuestión de pocas horas. En algunas ocasiones se producen accidentes graves y éstos dependen de la sensibilidad de la víctima, de la localización de la picadura o del número picaduras, más que de la toxicidad del veneno. Las abejas no pican mientras recolectan el polen o el néctar de las flores, solo lo hacen en defensa propia. Si perciben una amenaza hacia ellas o hacia su nido, pican. Por lo general, tanto avispas como abejas se encuentran cerca de los tarros de basura, alrededor de la comida y en las zonas húmedas como las escaleras de las piscinas, así que hay que tener cuidado en dichas zonas. Cuando se produce la picadura se origina una reacción local por liberación de sustancias pro-inflamatorias, independientemente de si uno es alérgico o no. Localmente aparece una hinchazón dolorosa y blanca, rodeada de un halo rojizo. Aunque en ocasiones esta reacción puede ser exageradamente grande o afectar a una zona más alejada de la picadura (por ejemplo, toda la mano tras picadura en un dedo). Esto suele llamarse reacción local exacerbada. Las reacciones alérgicas sistémicas y graves a picaduras de estos insectos afectan solo al 3,4% de los niños. La alergia a su veneno suele aparecer después de una segunda picadura, que es cuando el menor habrá quedado sensibilizado a su veneno, por lo que es más frecuente en niños más mayores o adultos. Aun así será preciso que los padres de aquellos niños que ya hayan sido picados alguna vez por alguno de estos insectos estén alerta a los síntomas por si sufren una nueva picadura. Por otra parte, un menor requiere un número menor de picaduras para llegar a presentar una reacción severa en comparación con un adulto, lo que podría ser de importancia si es atacado por un panal. [irp posts=»1192″ name=»¿Repelentes naturales contra picaduras?»] Tras sufrir una picadura puede que se desarrolle una reacción alérgica real, en la que aparezca, por ejemplo, inflamación de los ojos o los labios tras la picadura en una pierna (inflamación en una zona distinta de donde hemos sufrido la picadura), ronchas o granos generalizados, dificultad para tragar, dificultad para respirar, tos, pitos, cambios en la voz, mareos y sensación de náuseas. Estas reacciones suelen aparecer minutos después de la picadura y pueden llegar a ser graves, por lo que es importante acudir de inmediato a urgencia o llamar a una ambulancia. La picadura más temible es la que se localiza en la garganta o en la base de la lengua. Una picadura de este tipo produce un hinchazón en la parte posterior de la garganta, que puede llegar a obstruir totalmente las vías aéreas superiores provocando asfixia. En general, las picaduras en la cara también pueden ser peligrosas. En cuanto al número, generalmente se admite que de 400 a 500 picaduras son mortales para un adulto, algo inusual si no es ante el ataque de un gran número de avispas o abejas. Las características personales también influyen ante una picadura de abeja o avispa. Así, la respuesta ante una misma picadura puede ser bien distinta dependiendo de la persona. Algunos individuos particularmente sensibles presentan una grave reacción con solo una picadura. Las reacciones tóxicas son sistémicas y suelen ser inducidas por picaduras múltiples. Éstas se diferencian de las reacciones alérgicas por la mayor frecuencia de trastornos gastrointestinales, diarrea severa, incontinencia urinaria, mareos y hasta pérdida de la conciencia durante la crisis. Ante una picadura grave el paciente debe ser controlado de inmediato por el médico, quien decidirá en su caso remitirlo a un centro hospitalario. [irp posts=»3188″ name=»¡Cuidado con la araña de rincón!»]
Además, las personas realizan más actividades al aire libre en este tiempo animándonos a disfrutar del campo y aumentar las posibilidades de sufrir una picadura. Por ello, debemos estar preparados para saber cómo actuar.
¿Qué diferencia existe entre abeja y avispa? ¿En términos de picadura son similares?
¿Por qué pican las abejas?
¿Cómo reconocer la picadura de abeja?
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Si no es una reacción grave, ¿qué debo hacer si a un hijo o familiar lo pica una abeja?
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